COMUNICADO
1-
Con respecto al llamado Filtro en la puerta
de la escuela: Los docentes podemos difundir las medidas de prevención
impulsando la reflexión colectiva con nuestros alumnos y la comunidad
educativa. Pero no podemos aceptar que
se nos haga responsables de la detección precoz de los casos de contagio,
por la sencilla razón que no somos profesionales ni técnicos de la salud.
2-
El Protocolo plantea a las familias que
aseguren que sus hijos concurran a la escuela perfectamente aseados, sin tener
en cuenta las condiciones de vida de las mismas. Muchas de ellas no pueden
garantizar la debida y completa alimentación de todos sus integrantes con lo
cual tampoco está garantizado su sistema inmunológico. Barriadas enteras carecen
del servicio de agua corriente y cloacas agravándose su indefensión ante el
brote de Gripe A. Es responsabilidad del gobierno generar políticas para
cambiar esas condiciones de vida.
3-
Irresponsablemente, la DGCyE decide, sin fundamentar, que en
ningún caso se suspenderán las actividades en las escuelas. En caso de
detección de síntomas durante la jornada escolar: no es suficiente que la
persona enferma, sea alumno, docente, auxiliar o directivo, se retire del
establecimiento. Insistimos, cuando se confirma un caso, lo primero es suspender las actividades para proceder a
una completa desinfección del edificio y objetos de uso común. Y esto es
así porque (pese a que el Protocolo no lo dice) el virus H1N1 no sobrevive en
el medio ambiente, pero si lo hace sobre
las superficies durante varias horas.
4-
Las acciones de limpieza y desinfección
preventivas (del edificio, principalmente baños, cocinas y comedores, y objetos
de uso común) deben reiterarse varias veces en el día. Para ello la DGCyE debe garantizar todos los insumos
e implementos necesarios: lavandina, guantes de goma, alcohol en gel, jabón
líquido, papel higiénico, toallas de papel, bolsitas biodegradables para los
cestos de residuos.
5-
Es tiempo ya que las autoridades
provinciales dejen de transferirnos sus responsabilidades y se aboquen a
resolver los problemas que nos aquejan. Deben cesar los aprietes a directivos,
docentes y auxiliares. Basta de postergar soluciones usando lentos y burocráticos procedimientos.
Un Protocolo debe servir para resolver con la celeridad y eficacia que la
emergencia amerita.
Consejo
Ejecutivo Seccional
Suteba La
Plata
6 de junio de 2016
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