lunes, 14 de octubre de 2013

La lucha de los docentes de Brasil

El día pasado 7 de octubre estuvo marcado por una inmensa manifestación en Río de Janeiro. Más de 50.000 profesores, estudiantes y diversos sectores de trabajadores y jóvenes en apoyo a su lucha tomaron las calles. También fue un día de furia y renovada represión policial. Furia que se expresó en ataques a importantes símbolos del poder como la Cámara de Concejales, el Club Militar (institución que apoyó y todavía defiende a la dictadura) y el Consulado norteamericano. La represión a su vez instauró su habitual persecución a manifestantes e impuso el estado de sitio en esta ciudad que está comenzando a acostumbrarse a las barricadas y ya no acepta la represión policial con el mismo silencio.




Hace casi 60 días los docentes de Rio de Janeiro entraron en huelga, después de 19 años contra el Plan de Cargos y reajustes salariales. Con una adhesión masiva del 80% y asambleas multitudinarias han enfrentado la campaña de los medios en contra -que incluye tapas de diarios con falsas sentencias del poder judicial, declaraciones de falsos aumentos y negociaciones- y más que nada con la policía del cuestionado gobernador Sergio Cabral.
La saña represiva llegó al punto de impedir la circulación (aún a pie) por diversos lugares de la ciudad para que fuese votado un plan de cargos y salarios, a los que los profesores se oponen. Sólo con métodos de estado de sitio estos gobernantes han logrado aprobar sus planes. Sin embargo, los profesores siguen en lucha y todo el país se conmovió, organizando manifestaciones en su apoyo. Los 50.000 del 7/10 posiblemente serán ampliamente superados en la nueva manifestación del 15/10 (día del profesor).



Lo que los docentes de Río consiguieron es expresión de una continuidad pero también de una transformación del “espíritu de junio”. Miles en las calles pero ahora con una centralización fundamental de un sector de la clase trabajadora. Un sector que no hacía huelga desde hace 19 años es el centro de la política nacional, ganando apoyo popular por representar la defensa de los derechos sociales fundamentales como la educación pública y de calidad.



Este escenario se da en medio del resurgir del movimiento estudiantil, con huelgas y ocupaciones en las importantísimas USP y Unicamp en San Pablo, e incluso existe la posibilidad de una huelga general de la educación, primero en Río pero también a nivel nacional. 


¡Viva la lucha de los docentes de Brasil!

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